jueves, 26 de mayo de 2011

Veintiuno12 Taller Gráfico y Espacio de Acompañamiento

Veintiunodoce nace como un guiño entre amigos y colegas, psicólogos, acompañantes, aficionados a la gráfica, un encuentro producto de estos recorridos y una apuesta en relación a la clínica. Hace algunos años contábamos al menos con eso, con la posibilidad de pensar y hablar de esto, de nuestra práctica y del trabajo en dispositivos de salud mental y en los efectos e implicancias que esto tenía. La inquietud de trabajar en las condiciones que pensábamos y sosteníamos cotidianamente, y el modo en que podría producirse una acogida a una demanda singular en un espacio colectivo.

Sin nombrarse como Veintiuno12, este espacio que iba configurándose como de acompañamiento tenía por objetivo proyectar en determinadas instituciones de salud mental y discapacidad ciclos de cine y realizar talleres con películas y fotografías. Luego de esto surge la propuesta de proponerlo como un taller permanente en el Centro de día: Azud, llegamos a mudar cosas a la institución para comenzar pero algunos encuentros que se irían produciendo con la gráfica y la imprenta van acercando el proyecto a otros rumbos. Cada alternativa que íbamos diseñando de una manera u otra nos llevaba a pensar en precisar un lugar para realizar las actividades y el alojamiento de concurrentes a dichos espacios. Luego de casi dos años de habitar como lugar de trabajo una cochera y de la exploración de la serigrafía, el dibujo y la imprenta es que alquilamos una casa para instalar el taller y configurar el espacio de acogida y acompañamiento.

Se trata ya de una casa, acondicionada como tal, donde pasa a funcionar el espacio de acompañamiento y el taller de serigrafía e imprenta.
Como espacio de acompañamiento diremos que nuestra apuesta radica en alojar una singularidad como parte de un espacio colectivo. Un acompañamiento es ante todo un trabajo sobre la vida cotidiana, sobre todo eso que sucede por estar en el mundo. Lo cual implica para nosotros dar lugar no solo a un oficio sino también a una charla, a una merienda, a un momento de música, de cine, de fotografía, una salida, en fin a aquello que pone en juego el deseo y la particularidad de cada individuo.

Por otra parte pensar un taller de serigrafía e imprenta es para quienes desarrollamos este proyecto, un espacio en el cual un cierto número de individuos puedan ir abordando simultáneamente las implicancias de la vida cotidiana y el uso del tiempo libre como así también la facilitación en la inscripción e incorporación del oficio y sus procesos. En lo específico de nuestro proyecto, es una tarea que a lo largo de la historia, desde su invención ha contribuido a fomentar, preservar y dar a conocer diversos tipos de actividades culturales, sociales, políticas y científicas. Es decir, siendo participe fundamental en una sociedad.

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